La guerra fría de la tecnología
Por Selene Mazón
China y EUA se disputan el liderazgo sobre la quinta generación de redes
móvil, 5G
Es
la batalla de esta década: mientras EU dice que Huawei es un arma de espionaje
del gobierno chino, Huawei responde que se trata de un argumento
antiglobalizador para boicotear su crecimiento. Pero lo que realmente está en
juego es la 5ª generación de redes móviles, 5G, cuyo liderazgo se disputan,
desde hace unos años, China y EU. Bienvenidos a la nueva guerra fría.
El 1
de diciembre de 2018, Meng Wanzhou se encontraba en el aeropuerto de Vancouver
esperando un vuelo de conexión cuando, por órdenes de EU, fue detenida por el
Departamento de Justicia de Canadá. De origen chino, Wanzhou no sólo era la
directora de finanzas de la firma tecnológica Huawei, compañía en la que
trabajaba desde 1993, sino hija del propio fundador, Ren Zhengfei. Wanzhou, se
sabría después, era acusada de violar las sanciones de EU contra Irán, al
engañar a instituciones financieras norteamericanas y utilizar una empresa
fantasma de Hong Kong para venderle equipo al país de Medio Oriente.
Ese
mismo día, 11 mil kilómetros más al sur, en Buenos Aires, Argentina, los
presidentes Trump y Xi Jinping, -respectivamente- anunciaron durante la Cumbre
del G20, que reúne a los líderes de las potencias mundiales, el cese de la
guerra comercial entre ambos países. Esta disputa inició con la imposición de
aranceles a productos de ambos países en 2016, año que asumió la presidencia
Trump con claras políticas proteccionistas. Sin embargo, la detención de
Wanzhou lo cambió todo y encendió las alarmas en todo el mundo.
Fraude
bancario, conspiración, violación a las sanciones contra Irán y robo de
secretos comerciales son algunos de los 23 cargos que, para finales de enero de
2019, Huawei tenía en su contra por el Departamento de Justicia de EU. Tras
pagar una fianza, Wanzhou hoy está en libertad condicional y enfrenta una
posible extradición a EU, donde, de ser declarada culpable, podría alcanzar una
pena en prisión de hasta 10 años.
Para
analistas y expertos, el mensaje detrás de estos sucesos estaba claro:
desestabilizar el avance de la firma china que, para 2018, facturó más de 107
mil millones de dólares, un crecimiento de 19.5% con respecto a 2017. En pocos
años se colocó, entre Samsung y Apple, en el top 3 de manufacturadores de
smartphones. La detención de Wanzhou marcó el inicio de una larga
guerra tecnológica entre EU y China, cuyo movimiento más reciente fue el retiro
de la licencia de Google a todos los productos de Huawei.
¿Por
qué Huawei se convirtió en sujeto de interés para Estados Unidos?
A
finales de los 80 y principios de los 90, la República Popular China atravesaba
una reestructuración económica que buscaba dejar en el pasado la narrativa
socialista para insertarse a en las dinámicas del mercado global. Con el apoyo
del gobierno, se impulsó la creación de empresas chinas, y se fortalecieron las
políticas proteccionistas en aras de promover la economía del país asiático.
De
hecho, “el gobierno central chino tiene, por ley, participación en todas las
empresas y en todas las organizaciones que se desarrollan en su país:
extranjeras o nacionales”, dice José Luis Rivera, profesor de la EGADE Business
School.
En
ese contexto, en 1987, un joven ex oficial del Ejército de Liberación de la
Población China, Ren Zhengfei, fundó Huawei, que en chino significa “logro
espléndido” o “China puede”. En principio, la empresa se dedicaba a la venta de
equipos de telecomunicaciones al mercado chino rural. A los pocos años se
estrenó como manufacturador de sus propios equipos, y desde entonces no ha
parado de crecer. A principios de los 90, ganó un contrato de gobierno para
proveer de equipo de telecomunicaciones al ejército. Para 2005, los contratos
de mercado internacional superaron la venta nacional por primera vez. En poco
menos de veinte años, Huawei adquirió presencia en más de 170 países, manteniendo
a China como principal consumidor.
Sospechismo chino
Las
sospechas norteamericanas de que Huawei colabora con el gobierno chino no son
nuevas. Recientemente senadores republicanos declararon que el gigante
tecnológico chino es, en realidad, “un brazo del gobierno chino”.
En
2012, la firma fue investigada en EU por supuesto espionaje, acusación que
directivos chinos han negado en más de una ocasión y que fue retomada en
febrero de 2018, cuando los líderes de seis unidades de inteligencia en EU a
los ciudadanos estadounidenses sobre el uso de productos y servicios
originarios de ese país, como Huawei y ZTE. Durante una audiencia del Comité de
Senado de Inteligencia, el director del FBI, Chris Wray, declaró en ese
entonces que el gobierno “estaba sumamente preocupado por los riesgos de
permitir que cualquier compañía o entidad de origen extranjero tenga la
capacidad de modificar o robar información de manera malintencionada”.
Para
abonar al conspiracionismo chino, en junio de 2018, el periódico francés Le
Monde Afrique publicó que, durante cinco años, los equipos de
computación de las oficinas centrales de la Unión Africana -construidas en Addi
Ababa, Etiopía, durante 2006 y 2012 con capital chino- habían sido vulnerados.
El periódico señalaba que el sistema de computación y servidores de la sede
africana, todos ellos de marca Huawei, reportaban alta actividad en la
medianoche con transferencia de datos a servidores en Shanghai. También se
reportó la existencia de micrófonos y dispositivos de escucha en las paredes y
escritorios del edificio.
No
hay que olvidar que, desde hace dos décadas, África es el principal socio
comercial de China. El intercambio comercial entre ambas naciones en ese
periodo de tiempo creció alrededor de 20% al año, según datos de la consultora
internacional McKinsey. Tanto la Unión Africana como los oficiales de China
condenaron el reporte como falso y sensacionalista.
Huawei
no sólo ha sido acusado de espionaje, sino también de robo de secretos
industriales. En 2014, la empresa estadounidense T-Mobile denunció a un
empleado de Huawei, firma con la que en aquel momento sostenían una alianza, de
intentar robar a Tappy, una herramienta robótica desarrollada dentro de la
compañía que simulaba la mímica de los dedos humanos para probar la responsividad
de las pantallas de los teléfonos.
Tappy,
presuntamente, fue hallada en la mochila del ex-empleado, quien declaró que la
herramienta robótica había caído por accidente en su bolsa. Después del
descubrimiento, un portavoz de la empresa deslindó a Huawei de cualquier
responsabilidad y dijo que el empleado había actuado por su cuenta. El caso se
solucionó en corte durante 2014, y desde entonces también se ha recogido
acusaciones similares por parte de Cisco, Nortel y Motorola.
La
neblina de sospechas en torno a Huawei han provocado un creciente veto en
diferentes países, sobre todo en EU que, en enero de 2018, cuando la marca
china celebraba el lanzamiento de su entonces smartphone insignia, Mate 10 Pro,
su aliado AT&T canceló de último momento el acuerdo que prometía la
distribución de equipos. De igual manera, la red Verizon, anunció poco tiempo
después que no vendería ningún teléfono de Huawei.
En
mayo de 2019, el actual presidente estadounidense, Trump, anunció la existencia
de una lista negra para evitar hacer negocios con firmas que presumiblemente
espían su gobierno, entre ellos Huawei. Australia, Nueva Zelanda y Japón
también han alzado la mano contra la firma china.
La pelea por la red 5G
Desde
su fundación a finales de los ochenta, el negocio de Huawei también ha dado un
giro. Si bien comenzó como una firma de equipos de consumo, con el paso del
tiempo fue creciendo en otras áreas, como investigación y desarrollo de
infraestructura de telecomunicaciones.
Más
allá de secretos industriales y espionajes, analistas sugieren que el motivo
detrás de estas acusaciones obedece a un esfuerzo por detener el avance en la
construcción de infraestructura de la nueva generación de telefonía móvil
denominada 5G.
La
red 5G no es más que la evolución de la red 4G LTE que conocemos, con la gran
diferencia de que la nueva conexión promete descargas 10° o 20° veces más
rápidas que en el presente, una interconectividad de hasta 100 dispositivos al
mismo tiempo y una mejor eficiencia energética, lo que permitiría que conceptos
tan ansiados se vuelvan realidad, entre ellos ciudades y casas
inteligentes. Además, quien tenga el control de esa infraestructura, podría
acceder a millones de bits de información valiosa, el activo más codiciado por
empresas y autoridades.
A
pesar de los esfuerzos del gobierno chino por posicionar a su país en la era 4G
y anteriores, los operadores de nacionalidad china apenas tuvieron
participación. Hasta ese entonces, la idea que prevalecía sobre China estaba
asociada a la manufactura, más que a la innovación y tecnología.
Con
5G la historia comenzó diferente. No sólo empresas chinas empezaron a
desarrollar conocimientos técnicos, sino que invirtieron millones de dólares en
investigación. Como ejemplo, cada año, Huawei gasta alrededor de 20 mil
millones de dólares en investigación y desarrollo, lo que los ha colocado en la
delantera de esta carrera tecnológica.
De
hecho, la firma de análisis de patentes IPlytics anunció que en marzo de 2019
alrededor de 34% de las principales patentes de 5G en el mundo fueron
solicitadas por empresas localizadas en China, en comparación con el 25% de
Corea del Sur y el 14% tanto de EU y Finlandia.
Actualmente,
la participación de China en las patentes 5G es aproximadamente 50% más grande
que su participación en 4G. De ese porcentaje, Huawei es el jugador con más
participación de patentes, de 15%.
La
batalla, debaten especialistas, podría ser más geopolítica que tecnológica. “Es
una evolución natural del manejo de la información en la dinámica que vivimos.
Más que una guerra ideológica, se trata de una guerra psicológica de quién
tiene más acceso a la información de las personas. La información es poder”,
comparte Rivera.
En
una nota para el sitio de tecnología The Verge, el profesor de
marketing e innovación de la Universidad de Warwick, Qing Wang, afirma que
Huawei es “víctima de la política antiglobalización y del sentimiento de los EU
y de la guerra comercial en curso con China”.
Por
otro lado, William Snyder, profesor de Derecho de la Universidad de Siracusa,
declaró en esa misma nota que “la obligación de Huawei de operar bajo las leyes
chinas sobre cooperación con las agencias militares y de inteligencia chinas es
ya de por sí un tema de preocupación”.
El
golpe más bajo fue el anuncio de Google de retirar la licencia para los
dispositivos de Huawei, lo que significa que todos sus dispositivos dejarán de
tener actualizaciones de la empresa con sede en Menlo Park, California. Esto
forma parte de la prohibición gubernamental que impuso el Departamento de
Comercio de Estados Unidos, la cual impide a Huawei contratar servicios con
empresas estadounidenses sin autorización del gobierno.
Frente a la prohibición, Huawei
presentó una demanda contra EU en marzo, diciendo que la acción era
inconstitucional.
En
una entrevista reciente, Die Welt, ejecutivo de Huawei, compartió que habían
preparado su propio sistema operativo como plan B en caso de que no pudieran
utilizar sus sistemas. Huawei comenzó a trabajar en un reemplazo de
Android a principios de 2012 cuando Estados Unidos abrió una investigación
sobre Huawei y ZTE, según el South China Morning Post, y aún en
2016 continuaba desarrollando el sistema.
Huawei
ahora usa su sistema operativo Android Open Source Project.
¿Y
las audiencias?
El
mercado chino, a su vez, no ha permanecido pasivo. En las últimas semanas se ha
reportado una especie de boicot ciudadano a productos de Apple como una
respuesta a las medidas que ha tomado el gobierno estadounidense contra la
firma china. Según la firma Canalys, las ventas de iPhone de Apple en China
disminuyeron 30% durante el primer trimestre de 2019. Esto es de especial
preocupación para la firma fundada por Steve Jobs ya que el país asiático
representa el 19% de sus ventas globales.
La resolución de este conflicto está
lejos de terminar. Sospechas más, sospechas menos, lo cierto es que, como
consumidores y generadores de datos, -aquellos que gobiernos y empresas se
disputan por valores de millones y millones de dólares- habrá que seguir de
cerca este episodio.
https://gatopardo.com/tecnologia/guerra-tecnologica-redes-moviles-5g-huawei-china-estados-unidos/
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